¡¡¡ LOS BEDUINOS DEL SAHARA !!!
*** Versos de la Rosa ***
Tantas son estas experiencias que yo voy a contar ahora
dejando la relación de todas ellas pegadas a esa historia,
por mucho que tu vivir perfecto bañe de alegría la gloria
para rellenar de ánimo su aliento del Beduino del Sahara,
cuando alumbrado por su conmoción de una arenas dura
que después de salpicadas de lágrimas duerme la locura.
Soy más que yo el ser que siente el quejido de esta vida
más que de razón gota de llanto cuando su vida termina,
antes que ser poeta seré duna alada de rima de mi verso
como árbol brotando en la arena con perfumes de hielos,
del seco lecho del cauce reseco donde se seca mi aliento
permanece con su ardor la promesa de secarse al viento.
Cuando ves una palmera rasgada es que semeja muerto
al ver el vacío cauce sequeroso que yace en mi desierto,
tocar bajo su palmera muy reseca los dátiles y comerlos
me apena el saberle tan longevo a ese dromedario viejo,
aunque esta hermosa figura tumbe su alma del desierto
más que ser Beduino seré nativo de las dunas de viento.
Esa vida es el constante duelo con las arenas creciendo
entre el ser y tener pugna tenaz buscando el pozo viejo,
entre lo que gusta y lo que ansía un Beduino del tiempo
ninguna humedad tienen esas áureas dunas de desierto,
su anhelo siempre será el trotar montado en un camello
existir el Sahara te salvaguarda amparado en el tiempo.
Ambición y furia van mansos tras de su fila de camellos
privando al Siroco de sí mismo salpicado con el silencio,
cubriendo su ser el suave abrazo de la arena con viento
candor y arena son las crestas en las dunas de oro viejo,
por las que todo Beduino transita apurado sin su tiempo
empapado con el sudor de dunas que resecan su aliento.
Aventura que camina echando ardiente son del infierno
eterna atadura en la que viven la estirpe y los camellos,
porqué siempre viaja al Oasis donde un pozo es su cielo
comprendes poeta esa angustia por vivir en un desierto,
vivo con ese calor que te atenaza que recubre el cabello
viendo tu vida nutrirse con Sol que alimenta tu desierto.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
5 de septiembre 2018