Alizda:
Es de saber que ahora en este mundo existen tan pocas cosas para endulzarnos la vida... Nuestra esperanza amanecida de volverte a ver o la lluvia en las calles purificando todo... Camino y en los jardines las rosas que no dan sus espinas, ni sus conciencias perdidas, las esperanzas dispersas en playas y aguas turbulentas... Allí donde no hay nada tan profundo y tan leve como un alma torcida, vertigo al tocar los labios de ti Alizda de mi pasado de la cual profeso un latido incontrolable... Te llevo entre cielo e infierno, en la tierra de los suspiros, salvándose de odio y malversación, de los resabios del efímero tiempo, donde solo el amor y su consuelo son destellos de mi salvación...