Cuando cae la noche, tu hermosura
se vuelve luna, refulgente luz
que asoma solitaria en mi ventana,
y lleva un verso escrito en su menguante.
Un relámpago incendia tu querer.
Cuando arde la mañana, tu hermosura
se vuelve nube, lluvia azulada,
tibia y serena que se inclina al beso.
Labios mojados del amanecer.
Cuando regresas lírica de amor,
eres amor; visión de blancas aves
agitando sus alas en tu espalda.
Alondras hoy se clavan por tu pecho,
engendrando mil aves más, y echan
vuelos, ¿a dónde van?...Es un misterio.
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David John Morales Arriola