Rick Robles

Amor Vagabundo

Caminando dentro de los jardines de mis cuartos interiores andaba paseando.

Como mariposa sin rumbo exacto, seguía visitando.

 

El eco de tu voz me atraía hacia tu lago. Emprendi las velas de mi barco.

Hacia ti me estaba acercando y poco a poco salí a tu patio.

 

En la belleza de la vía láctea como un brillante planeta, tu presencia estaba girando.

Mientras disfrutaba de la vista del patio, una hoguera ardía sobre mis labios.

 

El ardor de conocerte caí en tu campo gravitacional seduciendome a todo cantar.

El viento me hablaba con susurros de amor… ebrio de tu dulce manantial.

El barco se acercaba al muelle de su destino final.

 

Rodeando puse en órbita mi cuerpo para sentarme y iluminarme de la hoguera de tu interior.

Esa hoguera ardía en mi corazón con lo inesperado.

Como ángel iluminado llegastes a mi lado.

 

Fijo como un faro en el mar te veía. Ebrio con la dulce miel de tu labios.

Veía tu mágicos ojos hechizados pero tu presencia se me escapa de entre mis brazos.

 

Mi querida extraña, tu besos llegaban pero los sentimientos se me escapaban.

Oh querida, te escondes pero te veo.

Escondida detrás de pañuelos de nubes es donde te veo.

 

Magneto a tu locura se atrae cada vez esta esencia de criatura.

Tu cara veo pero tu rostro se me esfuma como niebla quemada por el sol única.

 

Angel mia, vuelas apasionada hacia mi alma. Tu mano corre con espada con intención de tocar mi alma.

 

Penetra el deseo del amor. Abstracto todo es cuando por una gota de amor fluye como un río sin control.

 

La red de tu amor atrapa este pescado, inmóvil, listo para ser sacrificado.

 

En Cenizas la red se hizo y el pez cayó al mar y ahora es náufrago de sí mismo.

 

Esperando por tu red quedé aguardando en el mar.

Un vagabundo sin destino y sin hogar.