¡Oh dolor, ya vete!
Renuncio a tus besos de muerte,
suelta los grilletes que me detienen
y devuélveme el calor robado.
Mi alma fragmentada llora.
Esta noche quiero recuperar la calma
y revivir mis sentimientos dormidos.
Jamás volveré a reír si no te alejo.
Déjame...
Olvídame...
Sólo los crueles toleran tu presencia.
No quiero ser ya tu esclava,
quiero ser alas
… quiero ser.
¡Oye mi súplica y… muere!