Hábitat del fantasma.
En nocturnas conversaciones deshabilitadas
Y en oscuras arboledas de sol caido.
Dentro de aquel cadáver trastocado
Y entre los eternos llantos clandestinos.
Caminante perpetuo entre sus propias crónicas
Y naufragante continuo entre sus propias desesperanzas.
Perdido entre las infinitas miradas indiferentes
Y entre la incesante nostalgia de tu voz.
Rasguñando los últimos átomos sonrientes
Que siguen clavados en los mismos lugares,
Y en los mismos recuerdos.