Hoy me he levantado con el corazón encogido
con el alma en un puño y los ojos sangrantes
uno de esos días en que brilla el sol en el cielo
pero las sombras te oscurecen el sentido
Días de pena negra, preñados de presagios,
de mareas infectas que emponzoñan el pecho
arrasan tu playa y cubren la arena
de escombro y chapapote.
Entonces me refugio en tu regazo
como un niño aterrado,
y lloro mis fantasmas acunado en tu pecho
sintiendo tus manos peinando mis cabellos
espantando mis quimeras al calor de tus besos.
Te necesito tanto, que sin ti no hay vida
sin ti solo hay vacío, abismo sin medida
cada latido de me corazón cansado
se refugia en el nido soñado de tus senos
Cuando la galerna desguaza mi velamen
y no quedan estrellas para guiar mi viaje
tus ojos son los faros que me marcan el rumbo
hacia el delta añorado donde encallar mi nave.