Pablo R.

VEN!

 

Ven!
Que ansío perderme en tu mirada
pícara, ardiente, soñadora, ilusionada,
que devela lo más íntimo y profundo de tu alma.

Ven!
Que esta noche necesito refugiarme en tu pecho,
que me urge adormecerme en tu vientre
que preciso adentrarme en tu sexo.

Ven!
Que deseo despojarte del velo de tu ropa
asfixiarme con los besos tibios de tu boca
ahogarme con el vino fresco, rebosante de tu copa.

Ven!
Y embriágame dulcemente con la hidromiel de tu cáliz,
unge mi cuerpo con la ambrosía de tu fuente,
sacia mi sed al libar del néctar de tu flor de liz.

Ven!
Que quiero entre jadeos temblorosos recorrerte,
beberte entre gemidos, humedades y sudores
despojarte de pudores, lentamente poseerte.

Ven!
Que al acometer vehemente cada embestida
quiero darte una parte de mi vida
erecta, impetuosa, procaz, profanamente prohibida.

Ven!
Y llámame como quieras, tu amigo, tu amante, tu esclavo o tu reo
que entre sábanas mojadas, al albor de la mañana,
contemplar tu piel desnuda y tu luna llena de mí, es lo que quiero.


-. Par
Derechos Reservados
30082018