Sentado, mirando la nada
Con mi navaja entre las manos
Te desnudo
Deslizando el filo
Atraves de las capas de madera y piel
Liberándote de la envoltura
Que te impide ser
Al igual que un chocolate
Esculpo la punta
Lento, sin apresurar
No sea que
La fragilidad quiebre
Raspo, raspo
Lluvias negras de esencia
Perdidas en el suelo
Desperdiciadas
Al final la puntuda punta negra
Emerge de la madera
Dispuesta a desaparecer
Para acentuarse en el papel
Y plasmar
El mundo de las ideas
Que se mantendrán
Eternas