\"...Tu rostro habita
en los sabores
que dejas en mi almohada...\"
Anoche dejaste
un poco de tu alma a mi piel abrazada
en la llanura de mi almohada.
Dejaste tus sueños entreabiertos
y yo en un descuido los acuné entre mis pechos.
También tus íntimos deseos que guardé en secreto,
saber que mi nombre no se despega de tus besos.
Dejaste la exhalación de tus palabras
acurrucando la desnudez el suspiro
y la noche se volvió habitable.
Y fue la tibieza de tu sol
que abrió carmines
en el reposo de mis sábanas
abrazadas a mi almohada.
(Poemas de Pepita Fernández
Córdoba -Argentina)