Y tienes que ser tú
con esa mirada coqueta y seductora,
la que roba mariposas a las flores.
Con tus grandes ojos claros soñadores
vuelves la mañana de colores.
Ese brillo luminoso de tus ojos
la linaza panacea la quisiera,
para curar todos los males
y esfumar penas y tormentos,
que hacen daño al corazón.
Y tienes que ser tú,
la que tomándome la mano…
como el aire que suave te acaricia
me lleves en tu mente y en los poros de tu piel,
acaricies mi recuerdo y no me vuelva olvido.
Si no sintiera, no creyera
que la seda de tus manos perfumadas
blancas, nacaradas, madreperlas
son sumisos copos de algodón
envolviendo mis cabellos y mi cara.
Tus dedos vuelan como cardenales…
en el tenso nylon de la guitarra,
migrando de cuerda en cuerda
viajando por la roseta y el diapasón
arrancan las dulces notas de una canción
Ya no sé si los que cantan son tus dedos,
las cuerdas de la guitarra...
o los blancos cardenales,
se ordenan los sonidos y se vuelven armonía
al acorde de los te amo y los te quiero.
Poeta, cantante, guitarrista, artista;
mujer de los llanos argentinos
gran amiga y compañera mía…
LAURA,
Te dejo mi corazón.
Delalma
Viernes, 18 de junio de 2010