La brisa que tocaba mis labios,
tus besos traviesos
golpeando como olas mi boca,
ese momento...
en que tu amor intacto,
quise guardar entre mi alma,
en el que tus ojos contuvieron,
aquel inmenso azul,
el azul inmenso
con el que tu belleza se adornó,,
aquel amanecer,
que con cálidos hilos de oro,
bordó con luz tantas caricias,
hoy, esos labios, ese momento,
éste amor, aquella belleza,
y aquel nuestro amanecer…
yacen todos ahogados
en la profundidad de un mar
de nostalgia y recuerdos.
SALO.