Desamparo en esta noche aciaga,
sin luces ni estrellas.
Soledad sin límites, me habita.
Augurios deshojados por la cruda tempestad
que destroza mi corazón y mi alma...
De dónde proviene este dolor ancestral de Vivir,
que no he pedido?
Dónde habita la Eternidad?
Dónde el día?
Gira el Planeta al compás de mis aletargados latidos..
y ya nada importa...
sumergida de dolor y de la desesperanza sorda
de los gorjeos de pájaros que
ya llegan a la próxima Primavera,
mi dolor,
sigue viviendo
en el más crudo Invierno.
El feroz abismo del Tiempo y el Espacio
inundan y ahogan
los versos,
de este corto poema.