Llegará fatal mi gloriosa despedida,
aquella última hora de mi vida.
En que recogeré mi alma,
para elevarme sólo y en calma.
Nada queda de mí entonces,
en el que yermo yace allí.
El espíritu se librará de la sustancia,
inaccesible ella a la experiencia.
Recordad mejor mis bromas y mi labia,
mi poesía y también mi rabia.
El complejo ser que soy,
mas no este pobre cuerpo inerte.
Encontraré lo mejor de mi pasado,
aquello que errado juzgué perdido,
que con franca fe recuperar anhelo.
Impedid que la tristeza agríe mi memoria,
que prevalezcan las miserias a mis dones .
Buscad la evocación en que os complazca,
y brindad alegres por ella a mi salud.
Viviré sin tiempo junto a mis mayores,
en mis hijos cuando la nostalgia me ilumine.
Volveré a mi Padre, creador de todo lo creado,
para ser perfecto y ya no humano.
Seré luz sin sombras, sin deseo ni dolor,
sin hambre o ambición. ¡Seré mayor!
28/08/2018