Luciana Garces

REFLEXIONES AMARGAS

Los hombres, siempre que hablan de Dios,
afilan las armas y se matan;
si hablan de mujeres, se matan o las matan;
si hablan de ellos, se pavonean.

Las mujeres si hablan de Dios, suspiran
antes de encender una vela al diablo.
Las mujeres si hablan de hombres,
se marcan muescas en los ovarios
y mecen cunas vacías de sueños

Luci Garcés