Nunca fuiste lo que pensé por más que te pensara tanto;
Me dolió porque te dí el amor que me faltaba y aún así no supiste amar;
Hice más de lo que soy, te di más de lo tengo, y gracias a eso, me he quedado sin nada;
Qué se supone que debo decirte, para que me devuelvas la esperanza, y no hablo de la nuestra, me refiero a la que tenía en el mundo antes de conocerte;
Y si el orgullo no era orgullo, sino un salvador, que evitaba que estuviera contigo: mi error fue cambiarlo por persistencia;
Sé que me viste intentar todas las veces sin camino, ahora cortaste mis pies, a donde y como se supone que deba ir;
Tu neutralidad constituyó mi anarquía, y me hacía creer que pronto llegaría, la verdadera importancia;
Ante todo soy feliz porque he conocido más, el mundo y sus pesadillas, la relatividad de los sueños y la cruda realidad;
No fuiste mi comienzo, no serás mi final, en esta la historia, mía y del ijueputa amor.