Allí viene la muerte,
Trae una capa sobre su cabeza,
Viene despacio pero seguro,
Esperando el tiempo oportuno.
Has vivido estos años escapando,
Un día tras otro de la muerte,
Eres fugitivo, eres un montaraz,
Evadiendo el peligro en tiempo fugaz.
He visto como has salido ileso,
De la garra de la muerte,
Lo he visto en la calle,
Otras veces disfrazado de ladrón.
Lo he visto en la enfermedad,
En la voz de un ser deprimido,
Lo he visto en la boca de una ramera,
Cuyos besos conducen al abismo.
He visto la muerte disfrazado,
Con túnicas blancas o como amigo,
Lleva una daga en su mano,
Para herirte hasta verte acabado.
Ese que te golpea a la espalda
Y te ve sangrar sin piedad,
Que te da falsos consejos,
Para probar tu nivel de necedad.
He visto la muerte besando
A una joven que ha entregado,
su piel, su cuerpo y su alma,
Dentro de un recinto y una cama.
La muerte a diario te asecha,
Te invita a una pasión eterna,
Luego que te tiene, te aprisiona,
Y va por otro ser viviente.
Allí viene la muerte,
Endulzando sus palabras,
Cierra tus oídos y escapa pronto,
Por un camino que conduce a la vida.