Luces sin sombra
Quisiera que me miraras
con esos ojos turquesas,
de los pies a la cabeza
y después tú me besaras.
Las puertas se me abrirían
de un corazón encendido
dando calor a mi nido
al que tú frecuentaría;
levantando sentimientos
cuál blanca espumas del mar
a las playas van a dar
arrastradas por los vientos.
Fuerzas de mi corazón
sumergida en la tristeza
de una niebla gris y espesa
que me nubla la razón.
Me pregunto a cada instante;
si amarte con tantas fuerzas
te convierte en fortaleza
sin dejar que yo te alcance,
ni saber si tú me quieres
o me llevas al olvido;
hoy me tienes confundido
sin saber de tus queréres.
Si entras en mí interior
verás un corazón lindo,
frondoso, limpio y tan propio
de la más hermosa flor;
dispuesto si así lo quieres
a fundirse en ese río de lava,
que recorre por las venas de tú cuerpo,
encendiendo llamas de mis pasiones.
¡Y tú Oh, corazón mío!
en noches de blanca luna, al mirar tal claridad
gozarás de la fortuna…(La misma que yo);
de haber encontrado la emoción
a través de unas limpias miradas,
y unos deseos de auténtico amor.
A partir de esos momentos;
en las noches que nos esperan de dichas
y también de sentimientos,
hablaremos de nuestras tiernas miradas
que un buen día se encontraron,
con luces sin sombras en nuestros caminos;
fundiéndose para siempre en el crisol
de nuestros corazones.
Y cuando lleguen las luces del alba
encendiendo los momentos más hermosos,
se apagará la claridad de la blanca
luna, para dejar paso al momento
final, de un mundo lleno de amor y dichas
en los caminos de nuestro gran amor;
encontrándose siempre nuestras miradas,
con las luces sin sombra del firmamento.
Menesteo