Yo siempre lloro en diciembre, yo siempre recuerdo, yo siempre siento...
Pudiera ser porque recordé la última vez que cenamos los tamales de mi abuela,
o la navidad en la que me rompieron la vida y me dejaron sin corazón.
Sea cual sea la razón, yo siempre lloro en diciembre, me vibra el pecho, mi cuerpo duele hasta que
doblo las rodillas...Duele y ni mil médicos, dioses y explicaciones filosóficas lo han podido aliviar.
Comienza en octubre y se va agudizando mientras el olor de la pólvora se incrementa en el ambiente,
vienen repentinamente, y como buena niña sacudo la cabeza esperando que se vayan como bichos feos
que me recorren el cuerpo.
Yo siempre lloro en diciembre, yo siempre recuerdo, yo siempre siento...