Mi tiempo es mío y me apasiona porque es mío.
Porque lo bebo a sorbos cual néctar que destila mi espacio.
Mi tiempo se desliza entre mis risas espontáneas
y guarda presuroso la estrella que define mi alborozo.
Mi tiempo se posa tiernamente por las hojas secas de un entonces.
Allí... donde la alegría y sonar de campanas repicaban.
Un entonces que brilla eterno en aquel momento de lo eterno
con un suspiro alado de nostalgia por las esquinas del recuerdo.
Y no despierta mi sueño recostado sobre lo que no muere.
Tejiendo en cada grito de memoria...lo vivido.
Y muestra...callado...que no hay espejo de réplica ufana
con el canto de sirena amanecida que brilló en mi tiempo.
Y se llena mi estancia con un corazón que palpita con destellos
en el paso presuroso de fuerza sutil y creable de mi historia.
Para diseñar pinceladas de vida que han de durar
guardadas en el cofre de fábulas y realidades en el alma.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO
(Leo Henry)