( habla Beatriz )
Jorgito, la muerte no te dio alas,
sino raíces, por eso profundo y hondo
acá te guardo, acá te quedas
tan adentro mío que pareciera que me traspasas.
Jorgito, soy tu mamá y soy tu hermana,
y tu otra hermana y tu papá y soy tus brazos
y tu cuerpo muerto y los cuerpos vivos
que quedamos después de ti, esperándote.
Jorgito, tú no te has ido. Todos saben que no.
Yo acá te guardo entre mis manos como a los pájaros
y te siento todo en mí igual que a la sangre.
Podrás estarme requetemuerto, Jorgito,
pero que sepas que te recuerdo, hijo mío,
y que más que yo no te quiere nadie.
Nadie.