Frida Alcántara

Blanco

Antónimo de oscuridad perfecta

principio y fin de todos los colores,

resplandor enorme que  a los amores

lleva presto al altar y los conecta.

 

Pálida y suave piel, eres la electa

níveo vestido lucen las flores

inmaculada buscan los pastores

la mejor oveja sea selecta.

 

Intacto manto de la hoja de bardo

sábana de montañas invernales

siempre color liso, nunca eres pardo.

 

Exquisitos atavíos textuales

se incrustan en la mente como cardo

escapando a las ideas sensuales.