En una plaza cualquiera,
de un pueblito cualquiera,
un grupo de amigos,
caminaban despacito,
entre charlas y risas,
disfrutando una visita.
Otro grupo venía........
al toparse, saludaron,
con una sonrisa
y un agitar de manos,.........
*Dos miradas se cruzaron,
dos recuerdos se hechizaron*.
Con la mente revuelta
y el asombro pintado,
juntos habían recordado,
el último café,
que en su juventud......
llorando.....habían tomado.
Un abrazo apretado....
esas cosas del destino,
lágrimas de emoción,
por ambas mejillas rodaron,
y sin darse cuenta,
de sus grupos se alejaron.
Esta vida da sorpresas,
el romance comenzó,
como en su tierna juventud,
ella su amor le entregó,
sabiendo que esta vez.......
no habría separación.
Ya es costumbre verlos,
por esa plaza caminando,
y en sus recuerdos llevando,
ese grandioso amor,
que hacía varias décadas,
tristemente los separó.
Ella ya tiene nuevo hogar,
a ese pueblito, a esa plaza,
con cariño los adoptó,
sabiendo que fue el destino,
tomándose la revancha,
a esta historia cualquiera.....
un final feliz le dió.
Maria Hodunok.