Se yerguen cual despóticos monarcas
enraizados en los pliegues de mi alma
pintando de gris mis coloridos sueños
y robándose de mi interior la calma.
Si los enfrento huyen y se esconden
Para volver luego nuevamente
y agazapados esperan el momento
para lanzar su zarpazo ferozmente.
“No voy a lograrlo”,”No me atrevo”,
“Me van a decir que no”,”No tengo tiempo”
“Las circunstancias no me lo permiten”,
“Qué dirán los demás?”,”Mejor lo pienso”.
Me atreveré a ignorar aquellas voces,
proyecciones absurdas de mi mente
y a exorcisar los demonios de mis miedos
con un presente vivido intensamente.