Como recuerdo aquella noche ,
tan nuestra , donde el silencio ,
era el gran señor de la noche ,
para que nadie nos interrumpiera .
Èl querìa ser el ùnico testigo ,
de nuestro amor , de las palabras ,
que con tanto esmero salìan de
nuestros corazones .
La presencia misteriosa del silencio ,
se hacìa notar , permitiendo que la
armonìa de nuestros besos , fuera la
melodìa que circulara por nuestros
cuerpos y emociones .
Toda la magia del cariño , se manifestaban
en unas caricias interminables , que
coronaban nuestras zonas de placer .
Que con gran calma , se querìan conocer
en toda la intensidad del poseernos .
Noche cuan bella eres , nuestro amor
ha sido trascendental y se ha prolongado
a nuestro diario vivir , que hoy tiene màs
sentido de gozarlo .