“Crepúsculo”
Urgía la noche cuando tras el atardecer
Oí su vos en el profundo silencio de mi alma,
Un rayo impacto sobre mi pecho
Volteando mi cuerpo ciento veinte grados
Allí, apenas sobre pasando el umbral;
Estaba él,
Mocasines castaños, jeans morados,
Camisa blanca y campera de cuero
Su rostro encendido escondiendo
Los detalles cautivos de su ser…;
Príncipe, caballero y legionario,
Yo, apenas quince abriles en mis manos,
Culto, sombrío, el de andar sereno,
Mirada de niño, sonrisa adolescente,
El del hablar pausado y alma transparente;
Y yo, apenas quince abriles bajo mis pies,
Lo descubrí mil noches tras páginas sueltas
Y otras tantas tras el crepúsculo,
Algunas, las menos, en el ocaso del día;
El que tantos versos me robo
En la continuidad de los tiempos
Y yo creía, yo no sabía…
Que su ser perpetuaría en mis días
Fatuo destino el mío, no fue casualidad,
Caprichosa causalidad de la existencia;
Pero no el príncipe, no el legionario,
Más simple que todo eso y más,
Solo un hombre, crudo,
Caballero, sencillo, tímido,
Arrogante, obstinado, sin par;
Solitario caballero de la noche,
Un fantasma corporizado,
Sin paraíso, sin vergel, solo el hombre;
Y yo…
Con casi cincuenta abriles en mi haber
Aun no alcanzo a comprender
Porque vuelve el rayo a impactar en mí;
¿Será la memoria de lo prohibido?
Pues claro está que recuerdo aun sus gestos
Sus formas y modismos, la locuacidad de sus frases
Su amplia sonrisa y sus manos claras;
¿Será una sencilla trampa del destino?
Porque tal vez la muerte este rondando
El ocaso de mi terreo existir;
Quizá la magia que regresa a poblar mis versos
Esos que había perdido, quien sabe que será
O tal vez… y solo tal vez
Las últimas palabras que yo le escribo;
Pues termino amando las espinas
Tanto como al rosal
Y quiero…, si… quiero…!!!