Merecimiento.
Te mereces más que sólo amarte: te mereces mi desvelo hasta besar tu amanecida, la vida de los sueños y los sueños de la vida.
Te mereces el secreto del poeta en su escritura y el rubí de mi silencio cuando beso tu cintura.
Te mereces la alegría de mis manos en tu piel y el cristal de una caricia en tu alma de mujer.
Te mereces tantas cosas que hoy quisiera relatar, que hasta faltarían horas para darte aquello y más.
Te mereces más que sólo amarte: te mereces de mi cuerpo todo el fuego y sin medida, la vida de los sueños y los sueños de la vida.
Te mereces la palabra del amor en lo infinito y la voz que clama y canta para nunca hallar olvido.
Te mereces la mañana donde hacemos el amor y el quejido que va al alba para luego alzar un sol.
Te mereces tantas cosas que hoy quisiera relatar, que hasta faltarían horas para darte aquello y más.
A Claudia Jara.