Cuando mi voz deje de sonar,
cuando mi voz deje de cantar,
cuando mi voz deje de provocar
ecos en la eternidad…
entonces, sabré que ya no estoy vivo.
Cuando mis pasos dejen de hacer huellas,
cuando mis pasos dejen de trazar
caminos,
cuando mis pasos dejen de recorrer
las praderas…
solo entonces, sabré que ya no estoy vivo.
Cuando mis ojos dejen de mirar,
cuando mis ojos dejen de añorar,
cuando mis ojos dejen de extrañar…
entonces sabré que ya no estoy vivo.
Cuando mi corazón deje de latir,
cuando mi corazón deje de amar,
cuando mi corazón deje de sufrir…
solo entonces, sabré que ya no estoy vivo.
Cuando me vaya de aquí,
lo único que voy a extrañar son
mis árboles florecidos y envuelto
en color y calor…
cuando me vaya de aquí
lo único que extrañere
será a mi hermosa primavera.