Si supiera yo
que las manecillas de mi reloj
dan el tiempo verdadero
confortaría mi nostalgia
con solo los segundos,
pero no es así, pues no confío,
ni en su pulso frágil,
ni en su minutero lento.
Se que algún día querrá escapar
de esa prisión, un eje soñador,
y mientras, tartamudo el segundero
se arrastra mas apresurado;
el horario,
corre sin pies y en el espacio
dando vueltas en un vacío
ahogando llantos silentes a su lentitud
lentitud que no perciben mis ojos
pues mis ojos no son de fiar.
Si supiera yo
que las manecillas de mi reloj
dan el tiempo verdadero
arrancaría cual demente
relojes de paredes,
cercenaría manos ajenas,
sería delincuente inminente
y confortaria mi nostalgia
con solo los segundos,
en una aprisionada soledad...
con relojes que mienten...