Jose Luis Posa Lozano

SIN RETORNO

Llega un momento en que te detienes, 
tomas respiro y miras a tu alrededor, 
has estado tan atareado persiguiendo una meta 
que no te has dado cuenta
que te has quedado solo
y ni siquiera sabes en donde te encuentras.

No reconoces el paisaje, ni el camino, 
y ni recuerdas cual era esa meta,
en algún punto te equivocaste 
y tomaste un sendero sin retorno.

Tus compañeros de viaje se han perdido,
unos cedieron al cansancio, 
otros se hundieron en la noche 
y aquella mano que soltaste, 
ya no has podido volver a estrecharla.

Entonces te das cuenta de que has fracasado,
que estas solo ante un paisaje
que no es tu paisaje 
y que en tus oídos tan solo resuenan
los aullidos del viento.

Lo que empezó siendo una vereda, 
es un erial angosto rodeado de vacío 
y la niebla hierve 
hasta abrasarte los ojos,

buscas esa mano 
y solo alcanzas zarza y pedregales, 
gritas lloras y maldices 
pero hasta el eco se ríe de tus súplicas, 
lo has tirado todo por la borda y ahora,
tan solo eres un lastre de ti mismo.