A veces, la vida se presenta
envuelta en un papel de chocolate;
y aunque pase el tiempo no he olvidado,
el sabor en tus labios al besarme.
Más dulce que la miel que se destila,
más rojo que el rubor de tus mejillas,
parece que fuera , hasta “infinito”,
el recuerdo de tu boca en la mía
A veces la vida se presenta,
tan fácil, que no nos damos cuenta,
que el sabor que infunde una promesa,
es como aquel medallón de menta.
A medida que lo vas desenvolviendo,
te cautiva el aroma de su “cuerpo”,
y parece que pudiera ser eterno,
aunque solo su sabor es de un momento.
A veces la vida se presenta,
tan joven y en plena adolescencia,
y no entendemos los errores,
que más tarde nos sentencian.
Por eso con la excusa del camino,
tal vez a la salida del colegio,
te daba un medallón de menta,
tan solo para robarte un beso.
No importan los años que han pasado,
te suplico que no nos demos cuenta...
Si te encuentro caminado por “mi” vida...
te cambio un beso, por un medallón de menta.