Aunque no lo sepas, te escribo cosas que jamás vas a leer,
que no te voy a entregar, pero, por alguna razón, quiero que sepas;
en este irónico y sarcástico pajar me encuentro, y debo salir:
Hazlo ya.
No pierdas más tiempo
Hazlo. Odio esperar
Tómame, por favor hazlo. Espero y ansío que lo hagas.
Vamos, date cuenta de lo que digo.
Sé que puedes hacerlo, sé que lo puedes ver.
Vamos, mírame bien a los ojos.
Déjame hacerlo a mi modo,
podré verte y sentirte.
Ven que aquí te espero.
Ven que estoy aquí por ti.
Tómame, porque no tengo nada
y quiero tenerte junto a mí.
que yo estoy asustado y sé perder,
y tú eres muy buena para ganar.
El tiempo se nos va.
Hazlo con prisa y despacio,
lo suficiente para amar.
Mañana no sabré si esté o no.
Camina de mi mano.
Tómame en contra de lo hegemónico,
fraternos con la naturaleza y su espíritu;
recitando lo increíble,
ese sentimiento irreprimible, irrepetible, singular, misterioso.
Sin tragedias, con miedos o sin ellos.
Sin opresiones, sin presiones.
Sin dejar de ser tú, sin dejar de ser yo,
pero hazlo.