… justo allí, estarán mis brazos
sensibles como siempre a tu presencia
mis mustias manos, correrán como niños
en las doradas colinas de tu cuerpo de guitarra
entonces, al cruzar nuestras miradas
nos encontraremos con sien blanquecina
y un vendaval de emociones arraigadas en el alma
este abrigo de piel surcada por el tiempo
en que se ha convertido nuestro cuerpo
sentirá una vez más el cálido soplo de vida
si volvemos a encontrarnos
pero si esto no ocurre,
si no volvemos a encontrarnos
estampa un beso de amor en mis labios inertes
y llevare conmigo, nuestro amor a la eternidad
Askier11, 05.09.2018