Cometas infinitos surcan mis lineas en una tarde de septiembre, volando por mi imaginación, vuelan como vuelan mis manos camino a encontrarte.
Cierro mis ojos y extiendo mis brazos, lleno mis alas de helio, y me elevo lo suficiente para encontrar el amarre de tu alma esperando anclarse a la mía y así besarnos dándonos profundos abrazos con los labios.
¿Tu sabes lo que es volar sin alas? ...Ven te enseñare lo hermoso de tocar el cielo, despegar sin haber alzado el vuelo, tu serás mi isla y yo tu océano, así querrás sentirte flotando entre mis brazos.
Te mostraré aquello que el corazón no puede ocultar, teje, crea y une los sentimientos. Por ello te regalaré un reloj que pueda parar el tiempo en los mejores momentos de nuestra vida.
Tu amor no puede esconderse porque nació para destacar, llámalo privilegio tuyo por tenerlo, pero también llámalo mío por haberlo conocido. Besemonos inesperadamente como dos cometas que se estrellan en los labios y hagamos de un beso fugaz, uno eterno.
Mientras tanto seguiré escribiéndote, soñándote, amándote, para que tengas el corazón lo suficiente grande para latirme, porque tu alma siempre me hace crecer el pecho de primaveras por encima del tiempo, del amor y de la vida.
Aun puedo recordar merodeando por mi mente, pequeños cometas fugaces bajo el hechizo de un recuerdo....
Jamás pensé que una lluvia de estrellas bajo los ojos pudiera doler tanto...
Jordi Etresi