Olvidamos tan deprisa como el aire se disipa,
herederos de una historia inmerecida,
papanatas y dispuestos casi siempre a lo mundano…
Cuando escucho que el pasado está manchado
y contemplo este presente tan escueto,
me sonrío, paro un momento y pienso,
siempre en silencio:
hijos de la Iberia lúbrica,
vástagos de la Hispania inmensa,
invadidos por valientes bárbaros,
convencidos por Cristo y Mahoma,
imperiales en un tiempo,
valientes o crueles en la indómita América,
dueños de una lengua inmensa…
Papanatas de un presente escueto…
Y sigo mi camino…