Es refrescante tu presencia
rompehielos y rompeniéblas
tu me sacas de aislamiento
rompe la rutina de los
días de carencias.
Despierto gracias a ti
de un letargo de piedras.
Tú despiertas mi conciencia.
Érase una vez un
individuo que pensó ser
único, ser el sol,
pero los otros se obstinaron
en no ser sus satélites
y lo dejaron solo
consumiéndose en su
propio ardor.