Recuerdas amor mío
los besos que nos dimos,
en aquellos parajes
en donde nos llevo el destino.
Recuerdas mis caricias,
mi piel que se erizaba,
cuando dulcemente
mi cuerpo acariciabas.
Recuerdas amor mío
cuando nos baño el estío,
cuando cuerpo a cuerpo
la pasión nos obligara...
a arder en una hoguera
cual leños encendidos,
el fuego que nos calcinaba ,
nos dejaba sin sentido.
Recuerdas amor mío
en aquella madrugada,
que la luna era testigo
de nuestro amor prohibido…
Escondía a su lucero,
no quería que él mirara,
cuando el febril delirio
de la pasión, nos obligara...
a amarnos de tal forma,
que en gritos placenteros,
nuestro amor se consumaba.
Recuerdas amor mío
cuando nos iluminó la luna,
reía placidamente
y el ojo nos guiñaba...
Siendo nuestra celestina
en aquella madrugada,
en la que tú me amaste
y yo también te amaba.
Felina