El verso evolucionó en delirantes golpizas de grietas esclavas,
El canto progresó hasta hacerse gritos desesperantes ante la tortura del tiempo,
El hombre estoico fue rebajado a cenizas por las ratas malditas
Y el sol se hizo luz cegadora para los poetas y sus versos de amor
No hay lugar para sofisticados, comemos la misma larva
Bajo el mismo agujero; Pues la luna no es luna si en si misma sigue siendo ella misma.
Bajo el sin sentido del apagado escrito buscamos los saltos de los conejos
Y las lágrimas de las ballenas cantantes.
No vemos mañana, no recordamos presente
Y mendigamos pan. Oh, enferma tierra, ¿Cuánto tiempo he de llorar por quienes
Juraron y más bien no pudieron lograr?
Fría escarcha atraviesa mis ojos, cálida muerte danza a mis pies
¿Ves algo más que no sea tu propio camino?.