Bésame mujer
con esa boca de ensueño,
con esos labios carnosos,
con ese fuego encendido,
con esa loca pasión.
Bésame como sol ardiente
bajo la luna hechizante
con el dulce encanto
de mi bella flor.
Bésame en la incesante
lluvia de aromas,
bajo tu ardiente mirada,
en suspiros de fragancia,
en besos que se elevan
y se pierden en el infinito amor.
Bésame con la profundidad de la vida,
con la esencia del alma misma,
con la fuerza más sentida,
ángel de mi eternidad.
Y bésame por los hijos que me diste,
por los años que ofreciste,
por nuestro sincero amor.