UN VIAJE A LAS ESTRELLAS
Abro mi alma.
Cierro mis ojos.
Aquieto mis pasos.
Despliego mi mente.
Detengo mis Tiempos.
Despierto mi espíritu.
***
Silencio...
Sombras...
Penumbras...
Niebla...
Y Paz...
***
Me elevo lentamente
en un despegue silencioso,
mientras se amodorra mi mente
preparándose para un viaje fabuloso.
***
Deliciosas melodías me transportan
con el poder de su energético combustible,
acelerando en distancias que no me importan
y que me transportan por cósmicas rutas invisibles.
***
Y voy solo, acompañando a ciertas compañías ideales
a las que fui conociendo durante toda mi vida emocional,
que surgieron como rocas firmes en mis rápidos manantiales,
que me ayudaron a ser \"humano\", pleno de humanidad sentimental.
***
Y con los acordes de esa música encantada,
empiezo un viaje espacial por paisajes estelares
en donde esta soberbia, eterna e infinita noche estrellada
despierta mi consciencia, perdona mis pecados e ilumina mis pesares.
***
Me traslado a inimaginables e increíbles velocidades
por eternos espacios siderales insospechados
donde pierden sentido todas las edades
y se desvanecen en el éter los pasados.
***
Así se extravía el significado de qué es el Cielo
y desaparece la tangibilidad de lo que es la Tierra;
solo vale lo obtenido con Inteligencia, Sabiduría y con anhelos,
conquistados con Conocimiento, con Buenos Actos y sin guerras.
***
Y pasan mis Tiempos (no sé cuántos) en valores indefinidos,
deambulando entre galaxias, astros y sus lunas bellas,
en paisajes imaginados en sueños que he dormido
en algún anterior soñado viaje a las estrellas.
***
Eduardo Faucheux
18/09/2018