Van cayendo los rayos del sol,
que juguetean sonriendo
tras la copa de los árboles.
Alguno se escapa al río
como para jugar a las escondidas.
La sombra me va envolviendo.
la somnolencia se apodera de mi
y me voy quedando dormida.
Sueño contigo, siempre contigo,
con tu rostro sereno
con tus ojos de acero
y esa sonrisa dulce que me vuelve loca.
Siento la presión de tus brazos fuertes
sobre mi cuerpo rendido.
Me hago un huequito en tu pecho,
tibio, seguro, que me protege de todo.
Con ese pensamiento me quedo dormida.
Me despiertan unos pasos...
es noche cerrada.
-Eres tu, amigo, estaba soñando...
me levantas, despacito, sutilmente
sonries con esa sonrisa pícara que tienes,
Me tomas entre tus brazos,
-Vamos, es tarde para estar en el monte.
Y salimos caminando por la picada.
Te das vuelta, nuestros labios se rozan,
Un shock eléctrico se desparramó por la selva,
por el río y por todo mi cuerpo.
Nos miramos como si jamás nos hubiéramos visto.
Y comenzó el amor......
Maria Hodunok.