Luis E. Calderon Romero

¡Oh soledad!

Los segundos galopan

cual caballos del tiempo.

Van pisoteando el alma

y gime el sentimiento

vacio, sin resonancia.

Todo está quieto y frio:

Ha muerto la esperanza.

 

Soledad: Esencia de inconstancia,

a veces acaricias

y en otras nos abrasas.

Nos dejas hechos trizas

con toda tu arrogancia

y en otras vueltas tuyas

agigantas el alma:

Somos dueños del cosmos.

Todo el espacio vibra

con el mínimo esfuerzo.

Somos una batuta

dirigiendo universos.

 

Mas, cuando me acompañas

pero esquiva, rechazas,

con la crueldad tirana

de la coqueta ingrata,

todo se minimiza......

Soy sólo una partícula

buscando compañeras

como cargas opuestas

de químicas reacciones.

Atracciones intensas

de seres sin esencia.

Delicias que no llegan.

Aire que no se aspira.

Sed que nunca se acaba....

 

Sólo tocan mi mente

insinuando la vida

en toda una existencia

repleta de cadáveres.

Luces inexistentes

en mares de negruras.

Una única libélula

con alas separadas

por siglos de distancia.

 

¡Oh soledad!

Hiel con ambrosía

que induces a soñar.

Angustia calcinante,

el infierno de Dante,

el paso de un vacío

a otro más lancinante.

 

Los segundos galopan

cual caballos del tiempo.

Van pisoteando el alma

y gime el sentimiento

vacio,sin resonancia.

Todo se encuentra frio:

Ha muerto la esperanza.