Llueve, y la tarde se vuelve serena
Llueve y las gotas embriagan con su frescura los campos
Renovando los ríos calmos
Que avivan los hermosos llanos
Llueve y la noche se vuelve tranquila
Escuchando grillos inquietos
Que tocan hermosas melodías
Llueve y al son de las gotas que vibran
Se inquietan las almas dormidas
En esta noche sublime
Que antecede a un nuevo día.
Con el amanecer vienen nuevos colores
Que con la lluvia se avivan
Dando esperanza y alegría
Para renacer al nuevo día