Paseo por aceras adornadas
de flores, de jardincíllos
que no son míos.
Yo soy de los jardínes
como lo son los mirlos,
o las palomas que zuréan,
sus arrullos animan las
azoteas.
Los trinos en esta mañana
de Domingo, sustituyen
en la callada plaza a
los niños.
Las buganvíllas trepan
los muros blancos como
lienzos al pintor esperando,
los pensamientos me
hablan de nuestra complicidad,
los jazmines me acarician los sentidos,
y todos estos colores que ante mi
se muestran, son siempre antídotos
para el mal de amores.