Hoy no tengo prisa…, de mis pequeñas cosas.
Hoy no tengo prisa
estoy postrado en la cama.
Mi cielo es el techo de la clínica
y la monotonía se ceba en mi desidia
con el termómetro en la axila.
En los cristales de mi ventanal
reposa una mariposa
rompiendo mi apatía.
Alargo mi quimera
y deshojo margaritas yéndome con ella.
En su levedad me enseña a esquivar los choques violentos.
Y con gráciles vuelos,
cual danzarina de la naturaleza,
comienza una danza delante de unas rosas
que enardece sus pétalos.
Frondosas sueltan sus néctares
y entre mis rosas soñadas
y las de ella,
me lleno de fragancias.
Viene la enfermera
y me devuelve a la realidad,…..
yo le regalo este poema.