Al mundo le diste
el corazón materno del amor...
¡Ay flor del cielo!
Pastora de casa y calle
con argumentos que extiendes
para que el mundo gire...
Porque fuiste
la luz que se hizo ascensión.
Bendito el instante.
¡Qué divino favor!
Llenarte de escudos y avisos
para proteger a los hijos de Dios.