Una tarde de agosto,
sentado en el interior de un coche.
Comienzan a caer
las primeras gotas de una tormenta de verano.
Gotas densas, abultadas, que se van deslizando
a lo largo y ancho del parabrisas.
Ahora una,
y otra
y otra...
Van creando la silueta de un mapa líquido.
Algunas llegan a tocarse.
Otras...siguen su camino.