Amor del alma ya perdido,
hoy sólo tengo cama de hielo,
vacío mi alma por error cometido
el no quererte como al cielo.
Ahora vivo mi desventura
por campos desiertos de algodón,
tan seco como mi dura cabalgadura
y piedras que ya no tienen solución.
Silvia se llamaba mi amor,
en mi mente su recuerdo, pero
ni foto, sólo una huella menor.
Ese amor tuyo lisonjero
lo convertí yo en puro dolor:
¡¡adiós amor verdadero!!