Amo recorrer mis pensamientos,
mis recuerdos y perderme
por un momento de la realidad.
Risas y tantos juegos,
llantos y amigos que ya no veo,
un amor que nunca se dio
y una profesora que siempre respete.
Tuve ganas de ser normal
pero la semilla de algo malo
en mi crecía, no era feliz
y nunca supe como hacerlo
siempre camine sin rumbo
y sin ataduras, mi mente
jugaba conmigo y yo con ella.
Creo a veces volver a aquellos
días cuando algo hago bien
pero es como perseguir
al conejo blanco
y saber que hay un sombrero loco;
está de más que juzgar
es etiqueta en esta rara sociedad.
Sin caer y sin ser como los demás
solo si estoy muerta la corriente
me llevará.