Un toro viejo pensaba
lo semental de su vida
y ahora que con su ida
la juventud acababa
A una lozana ternera miraba
en el potrero colindante
ahora seré tu amante
si los años me rebajaba.
Consiente él miraba
entre terneras de ese mundo
Un robusto buey cornudo
al toro recomendaba.
Tus tristezas son calaveras
tu vejez me da lo mismo
mi juventud es un istmo
en esa mansión de terneras.
Ambos por el destino
nos ha pasado la cuenta
pueden haber doscientas
que desean un desatino.